top of page

 

El Chompipe Juan

Msc. Ana Cristina Vargas

 

“Había una vez un lindo chompipe llamado Juan. Él estaba muy enojado porque había cosas que no entendía bien y entonces se enojaba. Les pegaba con sus alas a otros chompipitos como él, también a los pollitos y a otros animales de la granja. Cuando sus papás le llamaban la atención entonces él levantaba sus alas o parecía que no oía.

También, los animales de la granja le decían: chompipe cállese. Se lo decían todos. Él se sentía muy triste. Pensaba que era un chompipe malo y no quería que le dijeran nada. Lo que pasaba es que él todavía no había aprendido a controlarse y dejaba que el enojo lo moviera como un viento muy fuerte. Además, era un chompipe con grandes cualidades que a las que él no ponía mucha atención. Por ejemplo, tenía unas alas grandes, unos colores preciosos y era fuerte y grande.

Él quería aprender a controlarse. Entonces pidió consejo de la doctora chompipe y de su mejor amigo. Ellos opinaron que cuando ocupara calmarse se pusiera el botón de pausa en la cabeza y recordara los avisos: no hacerle daño a ningún otro chompipe, no causarse daño a sí mismo ni a los objetos ni a otros animales grandes o pequeños. Podía sacar el enojo zapateando o bailando con sus fuertes patas en un lugar de la granja en la que no causara daño. También, que vigilara con una lupa a ese don Enojo que lo obligaba a pelear para que no le hiciera caso y lo obligara a marcharse.

A partir de ese momento, el chompipe Juan practicó sobre cómo controlar y cómo expresar el enojo sin causar daño a los demás. Todos estuvieron de acuerdo y por eso cada día tuvo más y más amigos”.

© 2014 by Msc. Ana Cristina Vargas

  • w-facebook
  • Twitter Clean
bottom of page